Para tener una pradera sana y vistosa conviene echar mantillo en el césped una vez al año. Si aún no lo has echado, te conviene leer este post.

La fecha adecuada para echar el mantillo es a finales de invierno, principio de primavera. El mantillo para césped hay que echarlo antes de que suban las temperaturas y empiece a crecer el césped, para que el mantillo tenga tiempo de entrar en el suelo y lo puedan absorber las raíces del césped.

La dosis de mantillo, es decir, los litros que echamos por metro cuadrado de césped, puede ir desde los 2 a los 10 l/m2, dependiendo del estado del césped y de la calidad del mantillo.

Mi consejo para un césped sano y en buenas condiciones es aplicar una dosis de 5 l/m2, o dicho de modo más claro, un saco de 50 litros cada 10 m2 de césped.

¿Cómo echo el mantillo?

Si ya tienes decidida la dosis y has comprado el mantillo, ahora debes distribuirlo en montones por toda la pradera, para asegurarte que ni te sobra ni te falta. Un truco para distribuirlo es que hagas “cuadros imaginarios” para saber en los metros cuadrados que vas a echar cada montón.

Ejemplo: para una dosis de 50 litros / 10 m2 (1 saco / 10 m2) imagino un cuadro de 3×3 m (9 m2) y ya sé que en ese cuadro (y un poco más) me tiene que rendir el saco.

mantillo para césped Otro truco, antes de echar el mantillo, es hacer un resemillado de la pradera de césped, esto es, echar semilla de césped en las zonas menos densas y más estropeadas o pisoteadas, incluso esparcir algo de semilla por toda la pradera. De esta forma regeneramos las zonas dañadas y más feas y rejuvenecemos la pradera con plantitas nuevas de césped que darán más densidad y más vistosidad a la pradera.

Y a partir de aquí, ya es la habilidad de cada uno: pala, rastrillo y a esparcir mantillo.

¿Te ayudamos?