Llega la época de disfrutar del jardín, llevamos todo el año trabajando para que el césped esté perfecto. Toca abrir la piscina y tumbarnos horas y horas sobre un césped fresquito, bien cortado, muy verde y frondoso.
PERO MI CÉSPED NO ESTÁ ASÍ, ¿QUÉ HA PASADO?
El césped suele ser el gran protagonista en el mantenimiento de jardines. Desde luego, para tener un césped esplendoroso en verano tenemos que haber empezado a trabajar desde enero: hay que semillar las calvas, echar mantillo, recebar los desniveles, airear y escarificar, quitar malas hierbas, revisar riegos…
Como ves son muchas cosas y hay que hacerlas a lo largo de los meses de invierno y primavera dentro de las tareas cotidianas de mantenimiento del jardín. Aunque se puede intentar hacer todo de golpe y a última hora, pero no suele dar el mismo resultado.
¿QUÉ PUEDO HACER AHORA?
No hay que tirar la toalla. Todavía se puede mejorar la pradera. Nos olvidaremos del mantillo y el semillado hasta el año que viene, eso ya está fuera de temporada.
- Para eliminar las calvas importantes en el césped lo mejor es poner césped precultivado en tepe, rápido y sencillo, en el mismo día tendremos un césped nuevo.
- Si no queremos convivir con malas hierbas y nos podemos permitir estar algunos días sin pisar el césped, podemos dar un tratamiento herbicida contra hoja ancha y al cabo de los días veremos como las malas hierbas se van secando.
- En el caso que césped esté lacio, con un verde apagado y crece débil, lo mejor es aplicar abono específico para césped con microelementos, esto le dará la fuerza necesaria para aguantar el verano.
- Y por último, suele ocurrir que es cuestión de riego, unas veces por exceso y otras por defecto el césped no está todo lo bonito que podría estar. Vigila que esté húmedo pero no empapado y que todos los difusores y turbinas rieguen correctamente.
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